Cuentos al contemporáneo tuvo un nacimiento pintoresco: una conversación en MSN sobre Peter Pan con un colombiano borracho durante una madrugada de diciembre. Vagamente recuerdo que habíamos hecho una analogía entre el polvo de hadas del cuento con la cocaína y eso nos había parecido muy ingenioso. Creo que fue él quien me sugirió hacer un blog para poner eso por escrito. Si fue así, te lo agradezco mucho, John. Así publiqué a los 15 años, con mucha pretención, la primera entrada, llamada Peter Pan y sus doctrinas secretas. El nombre del blog es una referencia a Cuentos infantiles políticamente correctos, un libro de James Finn Garner. El tono del libro era tan pretencioso como las cosas que empecé a escribir y —ya que no conservé recuerdos de ningún cuento— seguramente el gato anaranjado de la portada fue lo que más me gustó. Me gustó tanto que lo usé para la primera portada (junto con una imagen de V, que fue mi avatar en diversos foros).
"Ciertamente, si me fui lamentablemente no fue por razones externas a mí, sino por el profundo desinterés que, creía yo, la sociedad culta en general tenía por mi blog, pero no por nada ahora he vuelto con mayores paranoias, sospechas y deseos de escarbar en la verdad. Sinceramente inflamado por la cantidad de visitas del cuentavisitas y por los atentos comentarios de Varda, a la que saludo formalmente desde mi puesto administrativo-editorial".
"Por supuesto que el fin segundo e inmediato de escribir es que a alguien, aunque sea a una persona, le agrade o sirva lo que uno escribe. En un sentido más amplio y, sobre todo, cuando hablamos de Internet, donde cualquiera puede estar leyendo esto en una noche de insomnio y luego no encontrar nunca jamás el camino de regreso a mi blog, hablaremos tal vez de un lector fantasma, más equivalente al de los libros. (...) La pucha (argentinismo que denota desazón) digo yo… recordando los orígenes netamente cómicos y satíricos del blog, pasando por su evolución a un nivel más académico y su posterior involución a un punto original (je je). En este blog hacen falta cambios… no de estilo. Sino de visión, de meta, un avivamiento de su primer objetivo formal".
La siguiente y última publicación editorial tuvo lugar en 2014, cuando cursaba la licenciatura en Comunicación Audiovisual. "Me gusta jugar a creer que alguien leerá estas explicaciones y justificaciones, mera vanidad", dije para romper el hielo en el principio de la entrada. En ese momento mi crisis era ética, estaba descubriendo que el trabajo del periodista es, la mayoría de las veces, muy mercenario y ya ni siquiera estaba seguro de querer seguir jugando un juego con reglas que no me gustaban. La llegada de la primera factura de vencimiento del dominio hizo que tuviera que tomar decisiones.
"El punto cúlmine de esta crisis ontológico-motivacional fue cuando me llegó la factura de vencimiento del dominio. ¿Qué hago? Hace mucho que no escribo... ¿Tanto? Sí, mucho. ¿Lo pago? ¿Pagar algo que no uso? ¿Entonces lo sigo usando? ¿Lo dejo morir? Siempre me gustó jugar a soñar que en estas páginas blancas era libre de ser, hacer, deshacer y escribir. Mis proyectos, hojas al viento, chispas en el aire, condenados a marchitarse por mi falta de constancia... Qué triste".
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