He vuelto… Como las sombras que se alargan cuando cae la noche, como el murciélago que vuelve a su guarida, como el político corrupto que vuelve al poder, como el Terminator… En síntesis, volví
Ciertamente, si me fui lamentablemente no fue por razones externas a mí, sino por el profundo desinterés que, creía yo, la sociedad culta en general tenía por mi blog, pero no por nada ahora he vuelto con mayores paranoias, sospechas y deseos de escarbar en la verdad. Sinceramente inflamado por la cantidad de visitas del cuentavisitas y por los atentos comentarios de Varda, a la que saludo formalmente desde mi puesto administrativo-editorial.
Esta vez no dejare sin vigilar mi baluarte que trata de garantizar un aviso fluorescente de peligro en torno a la vinculación de cuentos infantiles con corrupción. Si las buenas gentes que habitan esta faz de la tierra desoyen mis agudas y asertivas críticas, fundamentadas propiamente en cada artículo, he resuelto tener que decirles “QUE SE EMBROMEN”, el aviso está.
Ahora, recuperado mi tupé de imparcial observador de narraciones para niños/preadolescentes/adultos-solitarios puedo hacer una floritura con mi sombrero, ondear mi capa e inclinarme diciendo: "No se descuiden, cuando menos lo esperen escribiré".
Sin otro particular, (y no es poco),
Sin otro particular, (y no es poco),
mr. Nemo
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