domingo, 8 de febrero de 2009

Homicidio y Travestismo


Caperucita roja y el lobo es un antiquísimo cuento transmitido de forma oral en la Europa antigua.
En 1697 el francés Charles Perrault fue el primero en recoger la historia y publicarla en un libro, que se titulo Cuentos de antaño.
La versión tradicional que circulaba antes de que el cuento fuera publicado en el libro tenía tintes eróticos, macabros y sádicos. Perrault suavizó un poco la historia y omitió, por ejemplo la escena en la que el lobo ya disfrazado de anciana le propone consumir carne y sangre de la verdadera anciana descuartizada en una orgia sádica de proporciones salvajes. Agregó también a la historia una moraleja explícita, como acostumbraba, la cual era inexistente hasta entonces en el cuento. En 1812 los hermanos escritores alemanes Jacob Grimm y a Wilhelm Grimm (los famosos Hermanos Grim) le dieron otra mano de pintura al cuento y lo suavizaron aun mas: menos elementos eróticos y un final feliz. Eso que quedó es el cuento actual que hoy vemos por todos lados. El cuento bajó su nivel de corrupción. Pero, ¿lo suficiente? Realmente no. Simplemente ahora la mitad es implícita y la otra mitad es explicita.

La madre irresponsablemente manda a Caperucita al bosque a llevarle víveres a su abuela, etc. (Primer culpable implícito de la serie de eventos desafortunados)
En el camino esta se encuentra con el lobo y, bastante inocentemente, le revela a dónde va y le da demasiados datos personales de sí misma a un extraño. 
(Segundo culpable implícito de la serie de eventos desafortunados)
El lobo se adelanta, fuerza la puerta y entra. Comete homicidio, canibalismo y travestismo. 
(Culpable explicito)

El susodicho lobo no puede excusarse con el argumento de “ser carnívoro” ya que esto no explicaría el travestismo, puesto que podría haber devorado a la niña en el bosque sin esa necesidad.* Esto nos muestra antiguos vestigios de la versión original en la que el lobo y la niña tenían relaciones sexuales.
Caperucita roja llega a la casa y entra, es incapaz de diferenciar a su abuela de una fiera peluda y salvaje cuando visualmente el único parecido era un camisón y un gorrito, señal obvia de que la niña no veía a su abuela muy a menudo (por no decir jamás). Tal hecho la vuelve culpable implícita de los siguientes eventos desafortunados (y a su abuela también la podríamos llamar Segunda culpable implícita por no haber puesto puertas Pentágono o tener un perro guardián). El lobo pasa a ser culpable explicito nuevamente. En este momento se produce una charla muy curiosa, en la que la niña le pregunta al lobo repetidamente por el gran tamaño de ciertas partes de su cuerpo, vestigios de la vieja versión erótica del cuento. Pero que, al haberse perdido en el olvido tal versión (aun teniendo en cuenta que existan registros, esta versión no es conocida popularmente), deja esa escena como una simple extravagancia. El lobo comete homicidio de nuevo y se come el cuerpo de la niña (en la versión actual)

Luego aparece el cazador espontáneo que mata a la fiera y saca a las mujeres del vientre del homicida (ya que realmente no estaban muertas, solo devoradas. Aunque esto es un giro hecho para lograr un final feliz, ya que es físicamente imposible que el lobo las devorara enteras sin descuartizarlas). Así que tenemos dos hechos criminalísticos (siempre hablando de la versión actual). El primero es el incidente de la anciana y el segundo el de la propia Caperucita. Cada evento tuvo 3 culpables, 2 de los cuales siempre pudieron haberlos evitado, esa es la parte moralista del cuento.

Mi crítica no es sobre el homicidio, canibalismo y travestismo (aunque realmente es censurable todo eso), sino sobre el “atenuamiento de la corrupción del cuento”. A lo largo de más de 300 años se le incorporaron dos modificaciones al cuento, hechas por pedagogos y gente docta y versada en estudios. No por cualquiera. A pesar de esas dos modificaciones aún puede adivinarse el verdadero argumento corrupto del cuento para el que sepa mirar. De ser un vulgar cuento oral que circulaba entre gente ignorante paso a ser un cuento “infantil”. ¿Pero es “infantil” nada más porque se disimula lo más fuerte y explícito del cuento dejando TODO lo demás intacto? ¿En más de 300 años de adaptación eso es todo lo que se logró? ¿“Disimular” escenas de erotismo y sadismo, camuflarlas tan solo?

Tal vez en 300 años más se vuelva a modificar y se termine de depurar la corrupción que tiene, pero en ese caso no quedará argumento de la historia… puesto que lo que mal empieza, mal acaba.
Sin otro particular,
Nemo

*Años después, cuando uso el cuento de Caperucita para ilustrar algún ejemplo en una clase, los alumnos suelen debatir sobre ese punto oscuro. ¿Por qué el lobo no la devoró en el bosque, cuando estaban solos?

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