El siguiente escrito fue redactado a mediados de noviembre
del 2012 ante el debate social y mediático sobre la legalización del voto
adolescente en Argentina. Hoy un colega me facilitó un sugestivo video subido a
Youtube (al final de la entrada) desde el canal de la presidencia.
Ni predicción ni profecía, sino volver a conjurar al presente una sensación
inquietante y una pregunta o planteo formulado en voz baja.
DemoKracia [Título Original]
En lugares tan lejanos y caribeños como Cuba o Nicaragua el
voto adolescente es obligatorio; en lugares igual de lejanos como Ecuador o ni
tan lejanos como Brasil, pero igual de tropicales, el voto adolescente es
optativo (el lector perspicaz sabrá detenerse y considerar la transparencia
política de cada ejemplo).
Cuando vemos o escuchamos o vivimos la protesta social de
tantos argentinos por los intentos de adoctrinamiento político de la Cámpora en
escuelas públicas o cuando el finado Néstor Kirchner nos contempla melancólico desde
la escafandra pixelada de un Eternauta quizás podemos atrevernos a conjeturar
que las cosas dadas y acaecidas tienen cierta intencionalidad.
Muchas pero muchas personas, en distintos grados de
respetabilidad, se rasgan las vestiduras clamando que los adolescentes tienen
voz y palabra (y conciencia, suelen agregar luego de una pausa), y es un planteo
válido, perfectamente válido.
Quizás algunos individuos sensibles nos preguntemos qué
relación guarda un intento o amague de legalización del voto adolescente con
las maniobras de adoctrinamiento en escuelas públicas, con un desgaste cada vez
mayor de la popularidad de Cristina F. de Kirchner, con los murmullos sobre la
re-reedición de la constitución para una re-reelección institucional o con algo llamado clientelismo político.
La presidente avanza en su segundo mandato con menos fuerza,
física y popular, de la que solía tener. La decisión de perpetuar su reinado
será siempre de ella y de nadie más; claro que es interesante plantearnos a qué inexplorada área de la ya sobrexplotada
sociedad argentina podría apelar y redireccionar su discurso.
Hay adultos preparados intelectualmente para una elección
política de la misma forma en que hay jóvenes que también lo están, lo
sugestivo y espeluznante es ponerlos en una balanza de latón con la desmesurada
cantidad de jóvenes que no solo no lo están ni les importa estarlo mientras
puedan nutrirse con los oscuros engranajes de la industria cultural de Tinelli,
sino que no dudarían en regalar un voto a cambio de un pendrive de pingüino o
de un Nestornauta articulable.
La decisión de perpetuar su reinado será siempre de ella y
de nadie más.
God save the queen
Nota de editorial: A criterio del redactor, y ante las muchas sátiras sobre el siguiente video que pueden encontrarse en Youtube (no linkeadas por su crítica política), se consideró innecesario hacer una sátira propia o remarcar los defectos más obvios del susodicho video.
Sin otro particular,
mr. Nemo
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